Un año más, el Concierto Solidario, que ya merece el adjetivo de "tradicional", llenó la iglesia de Santa María de Añaza; la llenó de un público entregado que ocupó hasta el último rincón del templo, pero también de buena música y gran ambiente.

La orquesta de timples canarios Timpluras y la voz intensa de Chago Melián ofrecieron a los asistentes un espectáculo de gran calidad.

Con un repertorio que iba desde las profundas raíces canarias del popular tanganillo o los cantos herreños hasta los temas vibrantes del jazz y el swing norteamericanos, pasando (como era preceptivo en estas fechas) por una amplia selección de villancicos, los ocho timplistas del grupo aunaron talento y virtuosismo para demostrar que el instrumento más emblemático de las islas sirve para mucho más que animar una "parranda", logrando poner en pie a un auditorio que acompasó la música con palmas y aplaudió y vitoreó con justa generosidad a los intérpretes.

Como es justo agradecer desde aquí la generosidad de estos nueve músicos, así como a quienes facilitaron la megafonía y resto de equipo técnico, que no dudaron en prestar su colaboración altruista a esta iniciativa de Cáritas parroquial; una colaboración que, en sus propias palabras, consideraron un honor y un deber.

Señores: el honor ha sido nuestro.